Obesidad en niños, niñas y adolescentes en la Argentina
El sobrepeso y la obesidad son graves problemas para la salud pública y los niños, niñas y adolescentes son quienes se ven más afectados. Esta epidemia obedece principalmente a factores socio-ambientales y culturales, a patrones de consumo y al advenimiento de nuevos estilos de vida. Estos factores contribuyen a la construcción de un «entorno obesogénico», es decir, un ambiente que promueve la obesidad en las poblaciones.
Contexto internacional
En los últimos años esta problemática se ha extendido a una velocidad alarmante a los países de bajos y medianos ingresos. La prevalencia de exceso de peso en la región es de 7,5% en menores de 5 años y de 30,6% en niños, niñas y adolescentes entre 5 y 19 años, según un informe elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y la OMS.
Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS 2019)
Cifras de exceso de peso en Argentina:
10%
Sobrepeso
Menores 5 años
3,60%
Obesidad
Menores 5 años
20,70%
Sobrepeso
5 a 17 años
20,40%
Obesidad
5 a 17 años
Exceso de peso en cada región de Argentina
Haz clic en el botón inferior para ver los datos por región en el país en menores de 5 años y de 5 a 17 años.
La ENNYS 2019 refleja que el patrón alimentario de niños, niñas y adolescentes es inadecuado, especialmente en los sectores de menor nivel socioeconómico, y que el entorno escolar es obesogénico. La encuesta también indica que:

El consumo de frutas frescas, verduras, carnes, leche, yogur o quesos se encuentra por debajo de las recomendaciones.

Hay un consumo frecuente de alimentos de baja calidad nutricional como bebidas azucaradas, productos de copetín y golosinas.

El 70% de los estudiantes encuestados mencionó que en su escuela se venden alimentos de baja calidad nutricional.

1 de cada 4 estudiantes señaló que la escuela provee bebidas azucaradas.

Hay una baja provisión por parte de las escuelas de alimentos recomendados como frutas y lácteos.